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martes, 29 de septiembre de 2009

Mafalda, cumple sus dulces y reflexivos años.

La universal niña precoz e inquisitiva, creada por el dibujante argentino Joaquín Lavado "Quino", celebra sus primeros 45 años de vida.




Aunque Quino la creó originalmente como parte de una campaña, que nunca se realizó, para anunciar la marca de electrodomésticos Mansfield, en 1962, la verdadera fecha que se reconoce como cumpleaños de Mafalda, es la del 29 de septiembre de 1964, cuando la tira cómica protagonizada por la niña que aborrecía la sopa y adoraba a los Beatles, fue publicada por primera vez en el semanario Primera Plana de Buenos Aires, sin imaginarse su creador, que estaba haciendo historia y no solo historieta, modificando para siempre la cultura popular de generaciones futuras.

A partir de entonces, las aventuras cotidianas – y plenas tanto de inocencia como de sano sarcasmo- de Mafalda, Manolito, Felipe, la inefable Susanita y el resto de los entrañables personajes salidos de la pluma de Quino ocuparon regularmente las páginas de innumerables publicaciones de Argentina y de otros países. Aunque el autor la dejó de dibujar en 1973 (dando pie esto al insidioso y persistente rumor de que ésta había sido arrollada por un camión de sopa en una última tira 'censurada', cosa que Quino ha desmentido hasta el cansancio: tal cosa no existe) a esa nena de pelo oscuro y carita redonda que hacía gala de una gran inteligencia e ironía, se le sigue reconociendo como el símbolo de rebeldía pasiva por excelencia, que marcó a una época.

 Una niña igual que todas (o no tanto)
¿De dónde surgió la inspiración para crear a Mafalda? Quino mismo no puede citar una sola fuente cuando le han hecho la pregunta: “la infancia de Mafalda, en cierta forma, es la infancia de todos los niños del mundo.” Sin embargo sus preocupaciones no son las de cualquier niña y son el detalle que la ha separado de cualquier otro personaje de cómic, dándole un apecto más universal que ha llevado a las historietas a ser traducidas a más de 30 idiomas, entre ellos el francés, el chino, el griego y el finlandés (como nota interesante, la primera edición en inglés apenas tuvo lugar en 2004) demostrando un éxito global, que va más allá de que Quino ponga en duda que el personaje tenga fama mundial y haya dicho en más de una ocasión, que la considera "igual al resto" de sus numerosos trabajos.

Las aventuras de Mafalda, que primeramente nos presentó a sus padres – Raquel, un ama de casa que trataba de no perder la paciencia ante la manifesta fobia a la sopa y las preguntas de su retoño, mismas que se convertirían en preguntas obligadas para todos los padres de los niños que la leyeron, y el padre, que era imaginativo y generoso- aparecieron a lo largo de ocho años y medio (Guille, el hermanito menor de Mafalda, que llegaría muy rápido a establecerse como un personaje superpopular por cuenta propia, nació en 1968, durante un periodo de 5 meses que la tira estuvo sin publicarse) en Primera Plana, el diario El Mundo y Siete Días Ilustrados, sin embargo, Quino decidió en 1973 que la historia había finalizado, sin imaginarse que aún después de su última aparición, trascendería hasta convertirse la tira latinoamericana más popular e internacional de todos los tiempos.



Los amigos, la familia
En esos ocho años de aventuras, reunidos en un tomo titulado Toda Mafalda, que se ha convertido en un best seller perenne desde su primera aparición, el lector de cualquier edad y nacionalidad, pudo conocer a los personajes magníficos que existen en el universo de Mafalda: sus padres, ejemplo de la clase media porteña que trata de llegar a fin de mes y lo intenta con una sonrisa. Y claro, los integrantes de su pandilla: el ambicioso Manolito, heredero aparente del "Almacén Don Manolo" y admirador rendido de Rockefeller; el soñador Felipe, de noble corazón pero atención volátil, siempre perdido en sus fantasías, la cursi y chismosa Susanita cuyo único sueño es casarse, tener hijitos y perpetuar sus prejuicios sociales (prestándole su nombre a un estereotipo de persona), también redondean el grupo el filosófico Miguelito y la revolucionaria e inconforme Libertad, cuyo pequeño tamaño no es obstáculo para sus ideas.



Con ellos, Mafalda intercaló juegos en el parque del barrio con discusiones por las guerras, en ese momento, Vietnam, la pobreza de muchos países y la falta de equidad con la que en general se maneja el mundo, temas que, cambiando nombres y lugares, siguen vigentes y hacen que la tira se siga vendiendo. El último en incorporarse a la historia fue el que más destacó, el inefable Guille, quien se ganó su lugar en los corazones de los lectores por derecho propio.

Desde que Quino decidió dar por terminada la historia, Mafalda sólo participó en campañas sociales de vacunación, de limpieza de los dientes y la difusión de los derechos de los niños promovida por Naciones Unidas mediante UNICEF y UNESCO. Sin embargo, ha mantenido la vida de su personaje al margen del merchandising, sacrificando, por ejemplo, una millonaria oferta que le hizo una compañía multinacional para que Mafalda protagonizara comerciales de una sopa, prefiriendo mantener su privacía, iluminando las vidas de tantos como ha hecho estos cuarenta y cinco años, en que el mejor homenaje es siempre volver a alguna de sus tiras para esbozar una sonrisa en cualquier momento del día y recordarla siempre con cariño.


martes, 1 de septiembre de 2009

Argentina. Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual



 POR UNA LEY DE RADIODIFUSIÓN PARA LA DEMOCRACIA
- 21 PUNTOS

1.- Toda persona tiene derecho a investigar, buscar, recibir y difundir informaciones, opiniones e ideas, sin censura previa, a través de la radio y la televisión, en el marco del respeto al Estado de derecho democrático y los derechos humanos.

2.- La radiodifusión es una forma de ejercicio del derecho a la información y la cultura y no un simple negocio comercial. La radiodifusión es un servicio de carácter esencial para el desarrollo social, cultural y educativo de la población, por el que se ejerce el derecho a la información.

3.- Se garantizará la independencia de los medios de comunicación. La ley deberá impedir cualquier forma de presión, ventajas o castigos a los comunicadores o empresas o instituciones prestadoras en función de sus opiniones, línea informativa o editorial, en el marco del respeto al estado de derecho democrático y los derechos humanos. También estará prohibida por ley la asignación arbitraria o discriminatoria de publicidad oficial, créditos oficiales o prebendas.

4.- Las frecuencias radioeléctricas no deben transferirse, venderse ni subastarse. Nadie debe apropiarse de las frecuencias. Las frecuencias radioeléctricas pertenecen a la comunidad, son patrimonio común de la humanidad, y están sujetas por su naturaleza y principios a legislaciones nacionales así como a tratados internacionales. Deben ser administradas por el Estado con criterios democráticos y adjudicadas por períodos de tiempo determinado a quienes ofrezcan prestar un mejor servicio. La renovación de las licencias estará sujeta a audiencia pública vinculante.

5.- La promoción de la diversidad y el pluralismo debe ser el objetivo primordial de la reglamentación de la radiodifusión. El Estado tiene el derecho y el deber de ejercer su rol soberano que garanticen la diversisdad cultural y pluralismo comunicacional. Eso implica igualdad de género e igualdad de oportunidades para el acceso y participación de todos los sectores de la sociedad a la titularidad y gestión de los servicios de radiodifusión.

6.- Si unos pocos controlan la información no es posible la democracia. Deben adoptarse políticas efectivas para evitar la concentración de la propiedad de los medios de comunicación. La propiedad y control de los servicios de radiodifusión deben estar sujetos a normas antimonopólicas por cuanto los monopolios y oligopolios conspiran contra la democracia, al restringir la pluralidad y diversidad que asegura el pleno ejercicio del derecho a la cultura y a la información de los ciudadanos.

7.- El público tendrá derecho a acceder a una información plural, así como a la diversidad cultural. Para ello se deberá garantizar la indemnidad intelectual y estética de los trabajadores de la comunicación y de todos aquellos que participan en la producción de bienes culturales.

8.- En los casos de una integración vertical u horizontal de actividades ligadas, o no, a la comunicación social, se deberán establecer regulaciones que promuevan el pluralismo, respeten las incumbencias profesionales y derechos intelectuales de los artistas y demás trabajadores de la comunicación y el espectáculo.

9.- Deberá mantenerse un registro público y abierto de licencias. El registro deberá contener los datos que identifiquen fehacientemente a los titulares de cada licencia, y los integrantes de sus órganos de administración además de las condiciones bajo las cuales fue asignada la frecuencia. Las localizaciones radioeléctricas no previstas en los planes técnicos deberán ser puestas en disponibilidad a pedido de parte con la sola demostración de su viabilidad técnica.

10.- No podrán ser titulares de licencias de servicios de radiodifusión ni integrantes de sus órganos directivos, quienes ocupen cargos electivos oficiales nacionales, provinciales o municipales, funcionarios públicos de los distintos poderes, miembros de las Fuerzas Armadas y de seguridad, como así tampoco aquellos que hayan tenido participación comprometida con violaciones a los derechos humanos.

11.- Existen tres tipos de prestadores de servicios de radiodifusión: públicos, comerciales y comunitarios de organizaciones de la Sociedad Civil sin fines de lucro. Quedará prohibido todo tipo de discriminación o cercenamiento a causa de la naturaleza jurídica de la organización propietaria, en cuanto a potencia, cantidad de frecuencias disponibles o limitaciones a los contenidos. Todos los servicios de radiodifusión podrán contratar publicidad en igualdad de condiciones, ya que así se respetan los derechos humanos económicos, sociales y culturales.

12.- Los medios estatales deberán ser públicos y no gubernamentales. Deberán proveer una amplia variedad de programación informativa, educativa, cultural, de ficción y de entretenimiento garantizando la participación ciudadana y la atención a las necesidades de la población. En todas las regiones del país se destinará una frecuencia a la recepción gratuita del canal de TV pública nacional y de Radio Nacional; y de igual forma se reservará al menos una frecuencia para una radio y una emisora de TV provincial y una emisora de FM municipal . Los servicios de la radiodifusión universitaria constituyen un sistema público de gestión autónoma y se reservará no menos de una frecuencia de radiodifusión a cada una de las Universidades públicas nacionales.

13.- Los planes técnicos deberán reservar al menos el 33% de frecuencias, en todas las bandas, para entidades sin fines de lucro. En estos casos tendrá que prevalecer como criterio de asignación de frecuencias el plan de servicios y la inserción de las entidades en su comunidad.

14.- La ley establecerá cuotas que garanticen la difusión sonora y audiovisual de contenidos de producción local, nacional y propia. Esto implica producción realizada por actores, músicos, directores, periodistas, artistas, investigadores y técnicos argentinos, y reglamentará la obligación de inversión en producción propia y en la compra de derecho de antena de películas nacionales.

15.- La explotación de los servicios de radiodifusión es indelegable y debe ser prestada por el propio titular de la licencia.

16.- Las repetidoras y cadenas deben ser una excepción a la regla de modo tal de priorizar el pluralismo y la producción propia y local, salvo para las emisoras estatales de servicio público o la emisión de acontecimientos de carácter excepcional.

17. La publicidad sonora y audiovisual será de total producción nacional y deberá siempre diferenciarse de los contenidos de la programación, no estará incluida en esta, se difundirá en tandas claramente identificadas al inicio y al final por la señal distintiva del medio y no inducirá a estafas y engaños a la comunidad.

18. Los sistemas de distribución de señales deberán incluir en su grilla de canales las emisoras de TV de aire de la localidad, el canal público nacional y un canal con producción informativa local y propia.

19. La autoridad de aplicación deberá respetar en su constitución el sistema federal y estará integrada además por organizaciones de la sociedad civil no licenciatarias y por representantes de las entidades representativas de los trabajadores de los medios y de las artes audiovisuales.

20.- Se creará la figura de la "Defensoría del público", con delegaciones en las provincias, que recibirá y canalizará las inquietudes de los habitantes de la Nación. Deberá incluirse un capítulo que garantice los derechos del público. Estos podrán ser ejercidos directamente por los habitantes de la Nación o a través de la defensoría del público.

21. En la nueva ley se deberá contemplar la normalización de los servicios de radiodifusión atendiendo a las necesidades de aquellos impedidos de acceder a una licencia por las exclusiones históricas de la ley 22.285 y la administración arbitraria de las frecuencias por parte del Estado nacional.





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domingo, 30 de agosto de 2009

Richard Stallman y el software libre.

Richard Stallman at DTU in Denmark 2007/03/31Image via Wikipedia


"Las empresas cuyo interés es el control de la información siempre buscan maneras de tener más poder"

Luego de aclarar que él habla de GNU-Linux (no sobre Linux como unidad, éste es sólo el núcleo del sistema completo que él impulsó); de software privativo en lugar de propietario y de software libre (no código abierto, un concepto más cercano al mercado), RMS , como se lo conoce en todo el mundo. Se define como un militante de la libertad y un disidente político: "Necesito preguntas específicas, porque si esta es de algo muy amplio pienso muchas cosas en paralelo y así mis respuestas no sirven", explica el desarrollador, ahora una suerte de filósofo seguido por miles de personas que creen que hay vida más allá de las ventanas del sistema operativo líder del mercado.

¿Cuál es la relación entre Wikipedia y el software libre?
Podríamos decir que la relación se da en la década pasada cuando comencé a argumentar que las obras de uso práctico deben ser libres. Esa fue una de las inspiraciones para Wikipedia, pero ellos tienen muchas ideas que no vinieron de mí, como es el hecho de usar herramientas colaborativas del tipo wiki.

Volviendo a la actualidad de su movimiento, hace unas semanas Linus Torvalds, desarrollador de Linux, dijo que el odio a Microsoft es una enfermedad . ¿Cree que es así?

Siempre he dicho lo mismo, es un error enfocarse en Microsoft como el gran enemigo, eso lleva a pensar que si un desarrollo no es de Microsoft es aceptable, pero el problema no es Microsoft, es el software privativo que no respeta la libertad del usuario, sea quien sea el desarrollador.

Entonces está de acuerdo con la afirmación de Torvalds.

Sí, pero hay que tener en claro que Torvalds utilizó esa afirmación como una excusa para atacar al movimiento del software libre, sugiriendo que nosotros sí odiamos específicamente a Microsoft. Algo que no es verdad.

¿Cuál es el origen de esta discusión?

Suele criticarnos. Torvalds nunca apoyó nuestras ideas de libertad, publicó un programa importante libre, el núcleo Linux, kernel en la jerga, que llenó el ultimo hueco que faltaba en el sistema operativo GNU, que dio vida a GNU/Linux pero no lo hizo por su apreciación de la libertad.
No sé cuáles fueron sus motivos para liberar su kernel porque al comienzo no era libre, en 1991 no lo era, fue en 1992 cuando lo público otra vez de manera libre.

Pese a eso ¿cuál es su opinión actual sobre Microsoft? ¿Ve cambios en el futuro Windows 7?
No, Windows 7 tiene todas las cosas malévolas de Windows Vista, puede tener menos errores pero para mí los errores son algo secundario, para mí se trata de abusar del usuario.
Windows tiene tres tipos de funciones malévolas: envía mensajes diciendo lo que hace el usuario, restringe al usuario en cuanto a lo que puede hacer con la máquina y hace cambios sin pedir la aprobación del supuesto dueño de la máquina.

Y, en ese contexto, ¿qué opinión tiene de Google?

Google hace varias cosas y prefiero juzgar a cada cosa por separado, hay varios servicios los que no les veo ningún problema especifico, pero hay otros en los que los usuarios no se dan cuenta que están instalando software privativo, su navegador lo hace invisiblemente, no avisa que está descargando una aplicación privativa pero lo hacen. Esta aplicación se llama, en la jerga, JavaScript .
Es posible que todos los servicios de Google transmitan programas privativos pero algunos siguen funcionando sin necesidad de activarlos. El motor de búsqueda, por ejemplo, sigue funcionando sin JavaScript. Gmail usualmente se usa con una aplicación privativa con JavaScript, tiene otro sin Javascript pero no se usa mucho, está en la frontera, es apenas aceptable. Hay servicios como Google Docs que no funcionan en absoluto sin este tipo de complementos.
Quizás tiene alguna aplicación 100% limpia pero no conozco a todos. Sin embargo, Google Earth exige la instalación explicita de un programa privativo, no está escondido y no se debe usar.

Y fuera de estas empresas, ¿ve esta actitud en otras firmas?

En varios, pero por su impacto cultural, algo que vemos como muy grave es el Kindle, el libro electrónico de Amazon , que pese a que se presenta como una mejor manera de almacenar y leer textos lo que hace es imponer a cada usuario identificarse para conseguir un libro, hace vigilancia, gracias a que las copias son limitadas, y deja abierta la posibilidad de una intervención remota.
Amazon ordenó remotamente borrar todas las copias de un libro, y no pudo ser otro que "1984", la historia del gran hermano (se ríe). Qué irónico, es la actitud más irónica que existe. Luego Amazon prometió nunca más usarlo pero se quedó con el poder de hacerlo, no es aceptable que tenga ese poder. Ese producto es un producto malévolo.

¿Qué cree que hacen estas empresas con esa información?

No lo sé y no me importa porque no tienen derecho a saber lo que hago, ningún desarrollador debe tener el poder sobre el programa que usa un tercero, el control lo debe tener el usuario. No sólo crítico a Microsoft, ellos son uno sólo de los desarrolladores de software privativo con funciones malévolas, cualquier programa privativo es injusto.
No buscó excusas para convencerme de que este tipo de software o hardware no me hacen daño, no me interesa porque lo importante es que limita la práctica de prestar libros, los libros electrónicos como el Kindle tienen el propósito de quitarnos las libertades tradicionales como lectores. No se puede pedir el libro a un amigo, pedirlo en una biblioteca, vender el libro a una tienda de segunda mano, comprar el libro en efectivo sin que nadie sepa quién soy, o guardar el libro todo el tiempo que uno quiera para que sea heredado por nuestros hijos. Todo esto apunta a que paguemos una y otra vez.

Lo que dice se enfrenta a la idea de que el mundo digital promueve la democratización del acceso contenido.

Sí, las empresas cuyo interés es el control de la información siempre buscan maneras de tener más poder, este es uno de los modos. Hay que pelear contra eso, no hay relación directa entre el mundo digital y la democracia, hay que hacerla.

En los últimos años creció mucho la presencia de las redes sociales en Internet, como Facebook y Twitter, ¿que opinión tiene sobre ellas?

No me gustan como son. No las probé porque no tengo tiempo para tales cosas Pero la idea de la red social como concepto no me parece mala en sí misma, el problema es que la mayoría de estos servicios presentan una imagen falsa de privacidad y deberían actuar honestamente.
Deberían advertir al usuario del peligro de que cada cosa que diga en el sitio llegue a ser pública porque esto es muy posible. Lo que hacen es sugerir que si prefieres podes mostrar la información sólo a los amigos pero no te dejan en claro que ellos le pueden comentar a los demás y así llegan al gran público.

Pero hay usuarios que deciden deliberadamente contarle al mundo lo que hacen.

No estoy en contra, yo también le digo muchas cosas al mundo. Defiendo la privacidad no por mis propios secretos sino por los secretos suyos y de todo el mundo. Los disidentes necesitan mantener secretos, si están planeando un secreto y la policía se entera de todo, la policía suele defender a las empresas y romper las leyes para atacar a la democracia, hay razones validas para mantener secretos en la política.

Firefox nace de la comunidad y se puede decir que es exitoso, ¿es un ejemplo para usted?
Firefox hoy en día es software libre pero sugiere plugins privativos, nosotros ofrecemos Icecat , un browser que no sugiere software privativo y es muy importante, un programa privativo no es ético. Sugerir su uso como si fuese una solución es afirmar que no es un problema.

Muchas personas lo siguen y le prestan atención a lo que dice. ¿Qué tecnología usa?

Uso una notebook Lemote porque funciona con software libre y no hay manera de que pueda correr Windows. Tiene interfaz grafica pero no la uso mucho, yo trabajo con mi máquina como un terminal de texto en general. También tiene X y Gnome , los uso a veces. Como navegador uso Epiphany .

¿Escucha música en la notebook?
A veces, es complicado. Usualmente llevo música en mis viajes copiando mis discos como discos audio porque así pueden reproducirse en cualquier reproductor de CDs. Pero cuando comprimo música como cuando tengo muchos discos grandes y la copio en la computadora uso el formato OGG Vorbis, con 0gg123 porque no me gustan las interfaces graficas, son muy lentas, no me gusta esperar.

Pero, ¿entiende que mucha gente sí necesite una interfaz gráfica?

Sí, no estoy en contra. Hemos hecho mucho esfuerzo para desarrollar interfaces gráficas libres, quiero que el software libre sea cómodo para todos los usuarios. Esto es más rápido para mí.

Ubuntu es una distribución de GNU Linux que ha ganado tracción, ¿es un modelo posible?

Hay cientos de distribuciones GNU/Linux pero no son libres porque contienen programas privativos, eso es muy triste.

¿No es este un software clave para llegar gran cantidad de usuarios?
Es que quizás lo importante no es llegar de cualquier manera al gran público, es llegar con ideas del software libre, me interesa la idea de compartir, de proteger la privacidad. Ubuntu no ayuda a la gente a valorar su libertad. Ellos podrían haber ayudado al movimiento pero no lo hicieron.

Pablo Martín Fernández
La Nación




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martes, 18 de agosto de 2009

viernes, 14 de agosto de 2009

La teconolgía como caballo de Troya



El progreso no ha conseguido hacer libres a los hombres, sino que los ha esclavizado más.

El desarrollo tecnológico, con su indudable cabecilla, la Televisión, ha logrado reducir y hacer caducar abruptamente las cosmovisiones o modelos explicativos, que tratan de denunciar teóricamente el secuestro que padece la humanidad y que ha llegado a niveles impensables. La TV, comienza a ejercer su mandato y autoridad social desde muy temprano en la vida de los individuos; pues hoy, antes de aprender a leer, los niños miran entusiasmados al monstruo animado devenido 'Plasma'; con todas las implicaciones psicológicas y consecuencias negativas que esto representa en el desarrollo posterior del ser social.

En mi opinión, hoy en día el reto mayor de los seres pensantes está más allá de las ideologías y las filiaciones políticas; pues el conflicto mayor que padece la sociedad es de carácter material, y está estructurado sobre la base de la sutil y sofisticada tecnología como herramienta de banalización mundial.

Desde hace años, la moda se ha convertido en otro de los mecanismos de manipulación más eficientes del ser humano. La moda es cómplice del tiempo en tanto victimario del sujeto, y sus tentáculos han llegado incluso a alcanzar el pensamiento teórico. La moda no se limita a hacer caducar en rápidos ciclos y cortos periodos de tiempo el tipo de vestimenta que usamos; el diseño de las casas o el modelo del auto; sino que cumple también el importante papel de exacerbar el consumo desencanto que hoy padecemos: extrapolando su dominio hasta llegar a absorber incluso el mercado de las ideas y las humanidades.

Las figuras más prominentes de la Escuela de Frankfurt, como Fromm, Reich, Horkheimer, Adorno y Marcuse jamás imaginaron que la valiosa Teoría crítica de la sociedad por ellos ensayada, tuviera una vida tan efímera en el campo del pensamiento occidental. En el caso específico de Marcuse, quien por permanecer en EEUU. llegó a intuir con más precisión la dimensión de la catástrofe que se nos encimaba, tampoco habría podido imaginar que su valiosa renovación "psicomarxista" donde con mucho acierto denunció la congelación de los conflictos sociales y la manipulación universal de las conciencias por la industria cultural de entonces, quedara rendida ante el poder de la tecnología trivial en tan pocos años. Los estudiantes y el sistema educativo -donde Marcuse depositó su esperanza como sujetos revolucionarios del cambio- han quedado arrodillados ante la TV, el IPOD y el Blackberry, entre otros. Esto para no hablar ya de la clase trabajadora de Marx, que yace hoy esclavizada como ente desencadenante de anhelo y apetito por los objetos de magnífico diseño y malísima calidad.

La sofisticación tecnológica, ha reducido a un grupito de intrascendentes alienados las tesis de opinión pública crítica de Jürgen Habermas; la Teoría del Discurso y el culturalismo de Foucault, y su brillante análisis sobre el sistema de dominación con límites y competencias perfectamente definidos; la Deconstrucción de Jacques Derrida y su muy acertada ilusión acústica como rectora de la totalidad del pensamiento occidental, con su detallado y muy riguroso estudio del "logocentrismo" y la opresión de partes de nuestro sistema de signos. Si bien es verdad que grupos sociales como el feminismo y otros, han tenido su base teórica en la propuesta de estos pensadores, no ha sido suficiente para despertar a las masas nauseabundas actuales. El dominio tecnológico sobre la razón ha sido absoluto y nefasto... se ha impuesto.

El sociólogo y ensayista norteamericano Neil Postman, ha hecho - y viene haciendo- un análisis agudísimo sobre los efectos de la TV y los medios visuales en general, en la sociedad norteamericana actual. Sus tesis, enriquecidas a partir de pensadores como Orwell y Al Huxley, tratan de despertar las conciencias de los ciudadanos hoy en día. Su libro Amusing Ourselves to Death, es material imprescindible a la hora de alertar a ese bloque compacto y humano que transita hipnotizado por la vida, a merced de una tecnología rapiña y embrutecedora.

Reducir o eliminar la TV e ignorar o contrarrestar a Hollywood, es tarea fundamental hoy en día; al margen de nuestras filiaciones ideológicas y políticas: solamente en pos del bienestar espiritual y la decencia ciudadana. Salvar a nuestros hijos de las garras de la banalización tecnológica, expulsarlos del mundo de la Televisión, es tarea primordial.

Alexis Figueredo
NIANKUKÉ



miércoles, 12 de agosto de 2009

Cumbre en Bonn sobre el cambio climático

Cambio climáticoImage by Bruno. C. via Flickr




Desde el día 11 y hasta el 14 de agosto se está realizando, en Bonn, Alemania, una reunión con los 182 países que participan en las negociaciones auspiciadas por la ONU para llegar a un acuerdo global en materia de reducción de emisiones de C02 más allá de 2012, una vez que expire el fracasado protocolo de Kyoto. La asociación Globalízate cree que los países que deberían liderar la lucha contra el cambio climático, EEUU y la Unión Europea negocian un acuerdo asumiendo que la temperatura media del planeta subirá 2ºC, lo que tendrá graves consecuencias.

Los países desarrollados deberían explicar a sus ciudadanos lo que supone aceptar un aumento de 2ºC en la temperatura media del planeta. Incluso un “moderado” calentamiento de 2ºC supone una gran probabilidad de de provocar sequías y tormentas como respuesta que podrían desafiar a la sociedades avanzadas, llevando potencialmente a conflictos y sufrimientos que llevarán al fracaso de estados y migraciones en masa. Una calentamiento global de 2ºC llevaría a la Tierra al periodo más cálido en millones de años, una alteración de las condiciones climáticas que ha sido estables durante más tiempo que la historia de la agricultura humana. Dada la sequía que ya afecta a Australia, el desmoronamiento de la capa de hielo del Ártico y el incremento en los daños por tormentas después de sólo 0.8 ºC de calentamiento hasta ahora, un objetivo de 2ºC parece casi arrogante.

Los países en vías de desarrollo como China e India abogan por un acuerdo que reduzca las emisiones un 40% para 2020, teniendo en cuenta los niveles de 1990. Este sería un acuerdo aceptable, por debajo de esta cifra los países más desarrollados muestran una actitud insolidaria y alejada de la justicia climática, es decir, los países desarrollados que han generado el problema, deberían ayudar a los países que más sufren el cambio climático mediante la transferencia de fondos y tecnología para hacer frente a las catástrofes derivadas de éste y ayudar en la reducción de sus emisiones.

Los datos científicos del Tynndall Centre muestran que si queremos tener unas posibilidades del 50% de prevenir un aumento de la temperatura de 2º C, las emisiones globales de la producción de energía deben llegar al máximo en 2015 e ir reduciéndose entre un 6 y un 8% al año desde 2020 a 2040, llegando a una completa descarbonización de la economía global poco después de 2050. Incluso este programa solamente funcionaria si algunas de las asunciones optimistas sobre las respuestas de la biosfera son ciertas. Tener unas posibilidades altas de prevenir un aumento de 2º C significa hacer reducciones anuales de más del 8%.

Desde la asociación Globalízate hacemos un llamamiento a la sociedad para que se movilice de cara a la próxima cumbre de Copenhague y se consiga un acuerdo realmente ambicioso de reducción de gases invernadero en la línea que piden los científicos. Junto a otras organizaciones convocará una manifestación el próximo 12 de diciembre, en el día de acción global contra el cambio climático, acompañando a más de 100 países que forman parte de la Campaña Global por el Clima.

GLOBALIZATE

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lunes, 10 de agosto de 2009

Entre la razón y el infierno - Hiroshima, por Albert Camus


El 6 de agosto de 1945 bombarderos estadounidenses lanzaron sobre la ciudad japonesa de Hiroshima la primera bomba atómica, causando la muerte de unas 140.000 personas. Dos días más tarde, Albert Camus publicó un artículo en Combat donde lamentaba profundamente que las conquistas científicas estuvieran al servicio “de la más formidable furia destructora de que el hombre haya dado pruebas desde siglos”. Lamentablemente, al día siguiente de aparecer esta publicación, la aviación norteamericana arrojó una segunda bomba sobre otra ciudad nipona, Nagasaki, que causó la muerte de unos 70.000 japoneses. Sus palabras aún hoy siguen vigentes
Fuente: Camus, Albert, Combat, 8 de agosto de 1945, en Moral y Política, Biblioteca clásica y contemporánea, Buenos Aires, Editorial Losada, 1978, págs. 57-59.

El mundo es lo que es, es decir, poca cosa. Es lo que desde ayer todos sabemos gracias al formidable concierto que la radio, los diarios y las agencias noticiosas acaban de desencadenar con respecto a la bomba atómica. En efecto, nos enteramos, en medio de una multitud de comentarios entusiastas, que cualquier ciudad de mediana importancia puede ser totalmente arrasada por una bomba del tamaño de una pelota de fútbol. Los diarios norteamericanos, ingleses y franceses se extienden en elegantes disertaciones sobre el porvenir, el pasado, los inventores, el costo, la vocación pacífica y los efectos bélicos, las consecuencias políticas y aun la índole independiente de la bomba atómica. En resumen, la civilización mecánica acaba de alcanzar su último grado de salvajismo. Será preciso elegir en un futuro más o menos cercano entre el suicidio colectivo o la utilización inteligente de las conquistas científicas.

Mientras tanto, es lícito pensar que hay cierta indecencia en celebrar así un descubrimiento que se pone, primeramente, al servicio de la más formidable furia destructora de que el hombre haya dado pruebas desde siglos. Nadie, sin duda, a menos que sea un idealista impenitente, se asombrará de que, en un mundo entregado a todos los desgarramientos de la violencia, incapaz de ningún control, indiferente a la justicia y a la sencilla felicidad de los hombres, la ciencia se consagre al crimen organizado.

Estos descubrimientos deben ser registrados, comentados según lo que son, anunciados al mundo para que el hombre tenga una idea precisa de su destino. Pero rodear estas terribles revelaciones de una literatura pintoresca o humorística, no es soportable.

Ya se respiraba con dificultad en un mundo torturado. Y he aquí que se nos ofrece una nueva angustia, que tiene todas las posibilidades de ser definitiva. Sin duda se le brinda al hombre su última posibilidad. La bomba atómica puede servir, en rigor, para una edición especial. Pero debiera ser, con toda seguridad, motivo de algunas reflexiones y de mucho silencio.

Además, hay otras razones para acoger con reserva la novela de ciencia ficción que los diarios nos ofrecen. Cuando se ve al redactor diplomático de la Agencia Reuter anunciar que esta invención vuelve caducos los tratados e incluso las decisiones de Postdam, señalar que es indiferente que los rusos estén en Koenigsberg o los turcos en los Dardanelos, no se puede evitar atribuirle a tal concierto intenciones bastante ajenas al desinterés científico.

Entiéndase bien. Si los japoneses capitulan después de la destrucción de Hiroshima y por efectos de la intimación, nos alegramos. Pero nos rehusamos a sacar de tan grave noticia otra conclusión que no sea la decisión de abogar más enérgicamente aún en favor de una verdadera sociedad internacional, en la que las grandes potencias no tengan derechos superiores a los de las pequeñas y medianas naciones, en que la guerra, azote hecho definitivo por el solo efecto de la inteligencia humana, no dependa más de los apetitos o de las doctrinas de tal o cual estado.

Ante las perspectivas aterradoras que se abren a la humanidad, percibimos aún mejor que la paz es la única lucha que vale la pena entablar. No es ya un ruego, sino una orden que debe subir de los pueblos hacia los gobiernos, la orden de elegir definitivamente entre el infierno y la razón.

Fuente: www.elhistoriador.com.ar
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martes, 28 de julio de 2009

Comentaristas pagados en las redes

Los "astroturfers"* negacionistas profesionales, ocultos en la red detrás de pseudónimos



Para evitar que las compañías del petróleo, el carbón y la electricidad inserten furtivamente sus opiniones en los medios, necesitamos que los comentaristas de los blogs sean responsables de lo que dicen

Cuando The Guardian lanzó su campaña Comentar es gratis, fue uno de los acontecimientos más interesantes del periodismo que yo haya presenciado. De repente, todos podían participar. Los columnistas y los grandes escritores dejaron de ser la voz de Dios: inmediatamente se les podía desafiar, corregir, pedir cuentas. Quien tenía algo que decir, podía decirlo; expertos de todos los campos y de todos los ligares del mundo podían utilizarlo.

Las primeras discusiones fueron estimulantes, fascinantes, emocionantes. A mí me forzaron a mejorar mis acciones, a intentar cerrar los huecos de mi pensamiento, a considerar con mayor cuidado los argumentos antes de expresarlos. Parecía como un ejercicio de educación mutua: un seminario freiriano del tipo yo soy demasiado joven para haber tenido experiencia, pero que siempre me pareció que era el camino que había que recorrer.

Sigue habiendo algo de esto en las cadenas de comentarios: siempre que tengo tiempo para leerlos todos, encuentro algunos que me enseñan algo nuevo, me ofrecen historias y vínculos interesantes, o me fuerzan a reconsiderar las cosas que he dicho. Pero, cada vez más, esos comentarios son gemas entre la escoria.
Particularmente en el sitio medioambiental del Guardian, y en menor medida en los demás foros, la discusión considerada se ha ahogado en una marea de incoherencias y vituperios. Varios cientos de comentaristas parecen metidos en una competición para alcanzar los límites exteriores de la estupidez. Comentan con tanta frecuencia y tan a voz en grito que el debate parece haber desaparecido de esos foros, mientras que los otros comentaristas, disgustados, los han abandonado. La cosa ha llegado a tal punto que ya no me molesto en leer más allá de la primera página de comentarios. Simplemente, es demasiado deprimente.

El modelo, por lo que concierne a los problemas medioambientales, es siempre el mismo. Puedes plantear cualquier cuestión que quieras, presentar un dossier con información nueva, desplegar un argumento nuevo, ofrecer una revelación sorprendente. Los comentarios que se producen casi parecen escritos con anterioridad. Menciones o no el tema, un gran número de ellos se concentra en el cambio climático... o más bien en negar su existencia. Otra parte se concentra en atacar el origen y el estilo de vida del autor. Muy pocos se refieren al tema del artículo.

Creo que gran parte de esto es simplemente idiotez: el parloteo infantil de personas que no saben cómo entrar en el debate. Muchos de los negacionistas parecen haber caído en el absurdo producido por los negacionistas profesionales del cambio climático, adoptando su retórica y métodos. Pero no es plausible suponer que esto es todo lo que está sucediendo. Como documenté por extenso en mi libro Heat, y muestran sitios como DeSmogBlog y Exxonsecrets, existe una campaña amplia y bien dotada de fondos por las compañías del petróleo, el carbón y la electricidad destinada a insertar sus opiniones en los medios de comunicación.

Tienen dos modos de operar principales: pagar a personas para que se enmascaren como expertos independientes y pagar a personas para que se enmascaren como miembros del público. Estos falsos "ciudadanos interesados" afirman estar preocupados por una conspiración de los gobiernos y los científicos destinada a subir los impuestos y restringir su libertad con el objetivo de abordar un problema que no existe. Esta táctica se denomina astroturfing. Es una técnica bien ensayada, desplegada también extensamente por la industria tabaquera. Se paga a una compañía de relaciones públicas para crear un falso movimiento de base (astroturf), compuesto por personas que cobran por sus servicios. Forman un lobby contra los intentos del gobierno de regular la industria y tratan de acallar y desacreditar a las personas que llaman la atención hacia los problemas que las corporaciones quieren que el público ignore.

Considerando hasta qué punto han llegado esas compañías para insertarse en publicaciones donde corren el riesgo de quedar al descubierto, es inconcebible que no hagan uso de las cadenas de comentarios del Guardian, donde están protegidos por el anonimato de los comentaristas. Algunos de ellos cobran para extender sus insensateces, pero con el sistema actual no tenemos medio de saber quiénes son.

Hace dos meses leí unos comentarios de una persona que usaba el alias de scunnered52, cuyo tono y contenido me recordaron el material publicado por negacionistas profesionales. Le cité directamente, preguntándole "¿Es correcta mi sospecha? ¿Me podría proporcionar una identidad verificable para asegurarme de que me equivoco? " Repetí mi desafío en otra cadena de comentarios. Usó métodos de distracción y evitación en sus respuestas, pero no respondió a mi pregunta, ni siquiera se refirió a ella, por lo que me quedó la impresión fundamentada de que mi sospecha era correcta.

Entonces, ¿qué podemos hacer para evitar que estas cadenas de comentarios se conviertan en el campo de juego de intereses corporativos ocultos? Mi opinión es que todo el mundo debería tener la libertad de decir lo que quiere. Nunca he pedido, ni lo haré, que se quite un comentario. Creo que no deberían tener moderación, salvo para proteger al Guardian de las ridículas leyes antilibelo. Pero también creo que todos los que comentan deberían ser responsables de lo que dicen: dicho de otro modo, el resto de nosotros deberíamos saber quiénes son. Al ocultarse detrás de pseudónimos, los comentaristas no se ven expuestos al peligro de dañar su reputación diciendo insensateces. Los astroturfers pueden adoptar cualquier número de identidades, publicando quizás con varios nombres en la misma cadena. Nosotros no sabemos si estamos leyendo opiniones o propaganda corporativa. Además, se da aquí una asimetría: ustedes saben quién soy; de hecho, algunas personas de estas cadenas parecen saber sobre mí más que yo mismo. Pero yo no tengo ni idea de con quién estoy discutiendo.

Algunas personas objetan que la verificación de las identidades podría exponer a los comentaristas al riesgo de ser rastreados y atacados. Eso es absurdo. No hago un secreto de mi paradero y en estas páginas atraigo más controversia que casi nadie, pero nunca he sentido que corría un riesgo. Ni siquiera cuando en los primeros meses de la guerra de Irak recibía casi todos los días mensajes de correo electrónico en los que amenazaban con matarme, mutilarme y torturarme. A pesar de todos los enfados del ciberespacio, la gente no se lo toma tan en serio como para llevarlos al mundo real.

¿Qué podemos hacer? Amazon previene que la gente revise sus propios trabajos exigiendo el número de la tarjeta de aquellos que quieren comentar. ¿Es este el camino correcto o hay un modo mejor de hacerlo? ¿Qué opinan?

*(N. del T.) “astroturfers” es el término que denomina a los que cobran de una compañía para, profesionalmente y a tiempo completo, enredar en los foros con las tácticas conocidas (numeroso hipervínculos a páginas que en realidad no son científicas, provocaciones claras, etc.) para que no se hable del tema propuesto en el foro.

George Monbiot

The Guardian


Traducido por Víctor García

Artículo original:
http://www.guardian.co.uk


lunes, 27 de julio de 2009

Los rumbos de la educación


Sobre la obra de George Steiner
Una modesta proposición





Difícil pensar en alguien más lejano a Roberto Arlt que el ilustre políglota George Steiner. Allí donde Arlt se sentía un ignorante y un resentido, Steiner ha adorado siempre su reflejo en el espejo (“Nací en París, me educaron en tres lenguas, estudié en Harvard y Oxford, di clases en Cambridge, Ginebra, Princeton, Yale, la Sorbona, Bolonia, Siena, Berlín, Praga y Copenhague”). Sin embargo, Steiner ha creído toda su vida en la misma ética del esfuerzo que Arlt resumió en la frase: “El futuro será nuestro por prepotencia de trabajo”. Steiner es un miembro conspicuo de la tribu de los que sienten que un día sin escribir es un día perdido. Así ha llegado a los ochenta años. Y ha de andar sintiendo el aliento de la parca muy cerca de su cuello, porque acaba de publicar un libro titulado Los libros que nunca he escrito, donde cuenta, en siete capítulos, lo que habrían sido los siete libros que quiso escribir y no le dio el tiempo, o el conocimiento, o el coraje, para hacerlo.

No juzgo los otros seis, pero puedo dar fe de que uno de esos siete es evidentemente una asignatura pendiente para Steiner. Se trata de “la cuestión educativa”. Steiner es un mandarín del mundo del conocimiento: su inteligencia y erudición muchas veces han dejado sin habla a sus lectores. Otras veces han corrido a la par de su vanidad y exhibicionismo intelectual pero, por encima y por debajo de su divismo, Steiner es un profesor, un gran profesor, un tipo que se ha pasado la vida en el frente educativo. La transmisión del conocimiento es un valor supremo para él. Razón por la cual es un poco imperdonable que en todos estos años haya hecho diagnósticos apocalípticos sobre el estado de la enseñanza, al estilo de otros mandarines de la cultura, pero nunca haya ofrecido el menor aporte constructivo al problema. Ahora, sin embargo, con ochenta años cumplidos y apelando a un astuto dispositivo de camuflaje (contar los libros que no escribirá), Steiner por fin se mete con la cuestión educativa y propone cuatro pautas básicas para una pedagogía alternativa a la actual que, a mí al menos, me parecen tan novedosas que algún defecto han de tener porque, en caso contrario, ya tendrían que estar aplicándola en alguna parte del mundo, al menos como globo de ensayo.

Para empezar, y pese a definirse como un humanista terminal, Steiner cree que es ilusorio seguir añorando, en el proceso educativo, lo que él llama la cultura letrada (en inglés, literacy). La pantalla electrónica se ha convertido en el nuevo espejo del hombre: el rito de pasaje de la ignorancia al saber, hoy, consiste en la alfabetización informática (lo que Steiner llama numeracy). Por alfabetizado, Steiner entiende al egresado de la escuela secundaria con capacidad para estar al tanto y poder responder a los desafíos y a las oportunidades del mundo actual. Casi no hay mecanismo del mundo actual en el que las operaciones matemáticas (que son el abecé de la informática) no desempeñen un papel importante. Sin embargo, para la inmensa mayoría, “la matemática es un repelente misterio o un vago recuerdo de clases escolares pésimamente dadas y gustosamente olvidadas”. La pérdida va más allá de lo pragmático: Steiner sostiene que es en el reino de los números donde es más fácil de ver la equivalencia entre verdad y belleza (Leibniz decía que el álgebra “es la música que Dios tararea para sí mismo”). Pero para ello es necesario que la matemática se enseñe “históricamente”: es decir, exponiendo la historia intelectual de la mente humana de una solución a otra, incluyendo los fracasos, las frustraciones, las rivalidades, incluso los desafíos que quedan sin develar. “Despertemos al estudiante a la inagotable diversión y provocación de lo no resuelto y habremos abierto de par en par el acceso a los mares del pensamiento”, dice Steiner, después de recordarnos la frase de Heidegger: “La ciencia es aburrida porque sólo ofrece respuestas”.

A cualquiera que tenga relación con la música le resultará evidente la relación entre ésta y la matemática: la notación musical y los números son las únicas dos lenguas universales que tenemos. Dos personas que no hablan el mismo idioma pueden entenderse a través del pentagrama o las fórmulas matemáticas. La música, como bien sabemos, no se limita a ofrecer respuestas y por eso logra efectos que a la matemática le están vedados (terapéuticos, por ejemplo). Pero, a diferencia de la matemática, la música no se puede explicar. Salvo quizás a través de la danza, como creían los derviches. O a través de la arquitectura, nos dice Steiner. La arquitectura ha sido definida como música congelada y también como geometría en movimiento. Pero en un terreno concreto también permite enfrentarse a los dilemas cardinales de la vida contemporánea, desde lo económico a lo ecológico. Incluso nos permite dilucidar “qué ideales podemos albergar todavía en materia de justicia social y asistencia sanitaria”, dice Steiner. Y así llega al cuarto elemento del sistema de alfabetización que propone: una introducción a la biogenética.

El descubrimiento del genoma promete mutaciones de la condición humana que reformularán la política, el derecho e incluso la ética. Redefinirán la memoria, la identidad, la responsabilidad personal y la expectativa de vida. “Toda conciencia adulta y responsable necesitará tener acceso, aunque sea a nivel introductorio, a los conceptos de la nueva alquimia. O quedará excluida de todos los debates importantes de nuestra sociedad”, dice Steiner. En suma, podría llegar a rescatarse la educación del naufragio en que se encuentra desarrollando un programa de estudios basado en esos cuatro puntos: la matemática, la música, la arquitectura y la ciencia de la vida, enseñadas en lo posible históricamente y desde la primera enseñanza, con la computadora tejiendo las contigüidades entre esos cuatro ámbitos, para que interactúen con la mente, la imaginación y el sentido lúdico de cada alumno (ya que, según Steiner, su proposición garantiza sorprendentes posibilidades de diversión y deleite estético).

Beckett decía que la vida consiste en fracasar, y fracasar de nuevo, y otra vez, tratando de fracasar mejor en cada caso. El sistema educativo actual ha demostrado de sobra ya su ineficacia. ¿No es hora de arriesgarnos a fracasar mejor? ¿Por qué no intentar de una vez que la educación intente hacer lo que siempre debió: abrir las puertas hacia adentro de cada alumno? Esa es la modesta proposición del profesor Steiner después de toda una vida dedicada a la transmisión del conocimiento. Juan Forn

Juan Forn nació en noviembre de 1959 en Buenos Aires.

Publicó "Corazones cautivos más arriba" (novela, 1987), "Nadar de noche" (cuentos, 1991), Buenos Aires. "Una antología de nueva ficción argentina"(Barcelona, 1993).

En 1994 fue invitado por el Woodrow Wilson International Center (Washington, DC) para terminar su novela "Frivolidad", publicada en 1995. Posteriormente publica "Puras mentiras".
Trabajó quince años como editor en Emecé y Planeta. En 1996 creó el suplemento Radar Libros de Página/12, que dirige hasta la actualidad.
En el 2005 presentó "La tierra elegida" que recoge las mejores notas publicadas en Página 12.


domingo, 19 de julio de 2009

La soberbia. Quien pueda verse a sí mismo, que lea este artículo.

Por Enrique Rojas, catedrático de Psiquiatría. Su último libro es Adiós Depresión (EL MUNDO, 01/03/08):

La soberbia consiste en concederse más méritos de los que uno tiene. Es la trampa del amor propio: estimarse muy por encima de lo que uno vale. Es falta de humildad y por tanto, de lucidez. La soberbia es la pasión desenfrenada sobre sí mismo. Apetito desordenado de la propia persona que descansa sobre la hipertrofia de la propia excelencia. Es fuente y origen de muchos males de la conducta y es ante todo una actitud que consiste en adorarse a sí mismo: sus notas más características son prepotencia, presunción, jactancia, vanagloria, situarse por encima de todos lo que le rodean. La inteligencia hace un juicio deformado de sí en positivo, que arrastra a sentirse el centro de todo, un entusiasmo que es idolatría personal.

Hay dos tipos de soberbia; una que es vivida como pasión, que comporta un afecto excesivo, vehemente, ardoroso, que llega a ser tan intenso que nubla la razón, pudiendo incluso anularla e impedir que los hechos personales se vean con una mínima objetividad. La otra es percibida como sentimiento cursa de forma mas suave y esa fuerza se acompasa y la cabeza aún es capaz de aplicar la pupila que capte la realidad de lo que uno es, aunque sólo sea en momentos estelares. Entre una y otra deambula la soberbia, transita, circula, se mueve y según los momentos y circunstancias hay más de la una o de la otra.

La soberbia es más intelectual y emerge en alguien que realmente tiene una cierta superioridad en algún plano destacado de la vida. Se trata de un ser humano que ha destacado en alguna faceta y sobre una cierta base. El balance propio saca las cosas de quicio y pide y exige un reconocimiento publico de sus logros. Para un psiquiatra , estamos ante lo que se llama una deformación de la percepción de la realidad de uno mismo por exceso.

Ante la soberbia dejamos de ver nuestros propios defectos, quedando éstos diluidos en nuestra imagen de personas superiores que no son capaces de ver nada a su altura, todo les queda pequeño.

Hay una gradación entre las tres estirpes, soberbia-orgullo-vanidad, que van de más a menos intensidad, tanto en la forma como en el contenido. Entre la soberbia y el orgullo hay matices diferenciales, aunque el ritornello que se repite como denominador común puede quedar resumido así: apetito desordenado de la propia valía y superioridad. Es una tendencia a demostrar la superioridad, la categoría y la preeminencia que uno cree que tiene frente a los de su entorno. En general estos dos conceptos se manejan como términos sinónimos, aunque se pueden espigar algunas diferencias interesantes.

La soberbia es más cerebral, se da en alguien que objetivamente tiene una cierta superioridad, que realmente sobresale en alguna faceta de su vida. Facetas concretas de su andadura tienen un relieve que las realzaba sobre los demás. Hay una evidencia por la que puede ser tentado por la soberbia, no necesitando del halago de los otros y haciendo él mismo su propio y permanente elogio de forma clara y difusa, rotunda y desdibujada, a tiempo y a destiempo, con ocasión y sin ella. Sus manifestaciones son más internas y privadas, aunque pueden ser observadas por una atmósfera grandiosa que él crea sobre su persona y además, a través de sus máscaras; hay arrogancia, altanería, tono despectivo hacia los demás, que se mezclan con desprecio, desconsideración, frialdad en el trato, distancia gélida, impertinencia e incluso, tendencia a humillar. Otras veces, esas máscaras son de una insolencia cínica, mordaz, con un ritintín de magnificencia que provoca en el interlocutor un rechazo frontal. En los casos algo más leves, baja la hoguera del engreimiento y entonces la relación personal se hace más soportable.

El orgullo es más emocional. Es una alta opinión de uno mismo mediante la cual la persona se presenta con una superioridad y un aire de grandeza extraordinario. Puede ser lícito y hasta respetable. Decía Luis Vives que «es un amor a uno mismo por méritos propios». Puede ponerse de manifiesto en circunstancias positivas, en donde el lenguaje coloquial se mezcla con hechos e intenciones. En esos casos dimana de causas nobles y puede ser hasta justo. El orgullo de ser un buen cirujano, un buen padre, un excelente poeta, ser de una región concreta de un país… Todo esto está dentro de unos límites normales. Puede encuadrarse en el reconocimiento a una labor bien hecha.

La palabra vanidad procede del latín vanitas,-tatis, que significa falto de sustancia, hueco, sin solidez. Se dice, también, de algunos frutos cuyo interior está vacío, en donde sólo hay apariencia. Mientras la soberbia es concéntrica, la vanidad es excéntrica. La primera tiene su centro de gravedad dentro, en los territorios más profundos de la arqueología íntima. La segunda es más periférica, se instala en los aledaños de la ciudadela exterior. La soberbia es subterránea. La vanidad está en la pleamar del comportamiento. En la soberbia uno tiene una enfermedad en el modo de estimarse uno a sí mismo, en una pasión que tiene sus raíces en los sótanos de la personalidad en donde brota el error por exceso de autonivel. En la vanidad la estimación exagerada procede de fuera y se acrecienta del elogio, la adulación, el halago, la coba más o menos afectada y obsequiosa que lleva a dilatar alguna faceta externa y que de verdad tiene un fondo falso, porque no contempla más que un segmento de la conducta.

En la soberbia y en la vanidad hay una sublevación del amor propio que pide un reconocimiento general. La primera es mas grave, porque a ella se suele añadir la dificultad para descubrir los defectos personales en su justa medida y apreciar las cosas positivas que hay en los demás, al permanecer encerrado en su geografía ampulosa.

Se pueden distinguir dos modalidades clínicas de la soberbia, entre las cuales cabe un espectro intermedio de formas soberbias. Una es la soberbia manifiesta que es notarial y que se la registra a borbotones, con una claridad absoluta, lo cual suele ser poco frecuente. Hay petulancia y presunción. La otra es la soberbia enmascarada, que es la más habitual y que se camufla a soto voce por los entresijos de la forma de ser y que es más propia de las personas inteligentes y teniendo un sentido amplio y desparramado que asoma, se esconde, salta y bulle y revolotea por su mundo personal. ¿Cuáles son estos síntomas? Voy a resumirlos esquemáticamente:

1.- Aire de suficiencia que refleja un bastarse a sí mismo y no necesitar de nadie. Engreimiento que esculpe y hace hierático el gesto y lleva al hábito altanero.

2.- La borrachera de sí mismo tiene su génesis de una zona profunda e íntima donde se elabora esa superioridad. Las manifestaciones más relevantes son: susceptibilidad casi enfermiza para cualquier crítica con un cierto fundamento; gran dificultad para pasar desapercibido; tendencia a hablar siempre de sí mismo, si éste no es el tema central de conversación, enseguida decae su interés en la participación y el diálogo con los demás; desprecio olímpico hacia cualquier persona que aflore en su cercanía y de la que se pueda oír alguna alabanza. Esta embriaguez puede disfrazarse de los más variados ropajes

3.- La soberbia entorpece y debilita cualquier relación amorosa. Cuando alguien tiene un amor desordenado a sí mismo como el descrito, es difícil darse a otra persona y poner los sentimientos y todos sus ingredientes para que esa relación se consolide. Esto hace casi imposible la convivencia, volviéndola insufrible, pues reclama pleitesía, sumisión, acatamiento y hasta servilismo.

No podemos olvidar, que para estar bien con alguien, para establecer una relación de convivencia estable y que funcione hace falta estar primero bien con uno mismo

4.- En la soberbia se hospeda una obsesión exagerada por uno mismo, que ha ido conduciendo a una excesiva evaluación del propio mérito. Y afloran términos como alardear, jactarse, vanagloriarse.

Lo contrario de la soberbia es la humildad. Todo el edificio de la persona equilibrada se basa en una mezcla de humildad y autoestima. La una no está reñida con la otra. Una persona que reconoce sus defectos y lucha por combatirlos y a la vez, tiene confianza y seguridad en sus posibilidades.

Entre la soberbia, el orgullo y la vanidad hay grados, matices, vertientes y cruzamientos recíprocos. Por esos linderos se suele acabar en el narcisismo, patrón de conducta presidido por el complejo de superioridad, la necesidad enfermiza de reconocimiento de sus valías por parte de la gente del entorno y la permanente autocontemplación gustosa.

Lasch, en su libro La cultura del narcisismo, dice que en la cultura americana éste es un emblema de nuestro tiempo. Freud puso de moda este término, recordando a la planta del narciso, que crece a orillas de los estanques y se mira en el espejo que el agua le ofrece. Lipovetsky, en su obra La sociedad perdida, habla del interés desmedido por la propia imagen: por la personalidad, por el cuerpo y sus partes descubiertas (la cara y las manos) y por la necesidad de aprobación de los demás que tienen este tipo de personas. El análisis se complica más de lo que quisiéramos y hay un terreno magnético e imantado entre estas tres estirpes mencionadas.

Sólo el amor puede cambiar el corazón de una persona. Cuando hay madurez, uno sabe relativizar la propia importancia, ni se hunde en los defectos ni se exalta en los logros. Y a la vez, sabe detenerse en todo lo positivo que observa en los que le rodean. Saber mirar es saber amar. A lo sencillo se tarda tiempo en llegar.

viernes, 17 de julio de 2009

WHOHUB

Entrevista a:
Gali Maccarone

CREATIVIDAD, COMUNICACION Y ARTE.

¿Cómo ocurrió que una persona como tú empezó a ser creativa y por qué?
De niña era muy curiosa, hacía preguntas a los grandes y no encotraba respuestas, allí comenzé a desplegar mis teorías sobre las cosas, sobre los mundos que iba descubriendo, empezé dándole formas y sentidos, escribiendo, pintando, expresándome.

Tu mente es tu herramienta de trabajo, ¿cómo la cuidas?
Los pensamientos son una fuente de energía que uno sigue aprediendo a direccionarla, a la vez están intimamente ligados con las emociones, el desafío es mantener ese delicado equilibrio de lo que uno siente, piensa y hace.

¿Cómo evitas repetirte, caer en fórmulas? ¿Cómo mantienes la frescura?
Diversificando mis actividades, ampliando mis horizontes, generando nuevos espacios, porque la primera en aburrirme soy yo. Además de mis trabajos personales, me gusta crear proyectos, trabajar en equipos, eso te hace retroalimentar los objetivos y los resultados. Ahora por ejemplo me hice un recreo en un blog Más alla de los milenios.
Es un lugar para sentipensantes, donde hablan los poetas, las obras de arte, la naturaleza en todo su esplendor. Mientras en la mayoría de los blogs desbordan las cataratas de palabras, vaciándolas de contenido, al igual que los programas de radio y televisión, allí simplemente disfrutamos. Se ve que mi necesidad era la de unos cuantos, para mi es muy gratificante que funcione el boca boca y cada vez participe más gente.

¿De qué fuentes culturales bebes más?
Tuve la dicha de que mis padres y mi hermana, me leyesen cuentos cuando era niña. De ahí en más, los libros son mis compañeros de viaje. No concebiría vivir en un mundo sin música. Disfruto de la pintura, no soy una crítica de arte. El arte está más allá de la lógica, de las normas, de las técnicas, por eso es arte, irrumpe en los sentidos, transmite mensajes que no pueden ser decodificados por la racionalidad.

Al aceptar un trabajo, ¿cómo valoras cada una de estas facetas? Dinero, libertad creativa, visibilidad, trabajar con los mejores...
Si alguien me convoca, evalúo la propuesta, la libertad creativa se pone en marcha, el dinero va acorde a los proyectos y al tipo de instituciones o empresas que me requieren. También trabajo desde lo social en ongs que son responsables y comprometidas, sin cobrar honorarios. La visibilidad no me interesa, lo que me importa es que los resultados sean óptimos. En tanto a trabajar con los mejores, creo en el talento, cuando el ego mengua para dar paso a la creatividad.

¿Te ha ocurrido que un trabajo es tan excitante que no te lo puedes quitar de la mente?
Para mi no existe otra forma de trabajar que no sea así, lo disfruto. Un creativo nunca deja para mañana lo que la idea que le fluye hoy.

Parir ideas: ¿es sólo una expresión graciosa, o realmente hay un paralelismo?
Si, cuando la idea dió a luz, es que se terminó de armar el rompecabezas y uno está realmente feliz, para seguir pariendo ideas, proyectos, trabajos.

Espiritualidad, ¿contribuye eso a tu creatividad?
En eso del sentir, pensar y hacer, del que hablabamos antes, está incluída la espritualidad, como una gran fuente de energía.

Puedes enamorarte de una idea mala sólo porque es tuya, ¿cómo evitas eso?
No mirándome el ombligo y teniendo un adecuado criterio de evaluación, mido mis ideas como a las de los demás. Sé cuando una nota está desafinada y la corrijo.

Para que un equipo creativo funcione, ¿se necesita alguien que ejerza la función de lider o jefe?
Es necesario un coordinador, un coopensor del proceso creativo, alguien que pueda mirar el objetivo, reconociendo y estimulando los talentos de los integrantes del equipo para poder fortalecerlos y encausarlos.

¿Con qué persona o empresa te gustaria trabajar?
Con personas o empresas que tengan objetivos y consignas claras.

¿Con qué criterio seleccionas alguien con quien formar equipo creativo?
Responsabilidad, talento, vocación de aprendizaje contínuo, sensibilidad, saber trabajar en equipo, y dos ejes fundamentales, comunicación y colaboración.

¿Cuál es el mejor spot publicitario que has visto ultimamente?
En éste último año ninguno flasheante, creo que no han captado el humor social al evaluar las campañas.

El psicólogo en casa: ¿la creatividad es para ti un acto de rebeldia?
En todo caso sería una forma positiva de encausar la rebeldía.

¿Trabajas bien bajo presión?
Como un pez en el agua.

¿Qué ciudad del mundo te atrae actualmente por su ambiente creativo?
Barcelona.

¿Cómo se vende una idea?
Por la calidad, partiendo de la premisa de que el primero en comprarla es uno mismo.

¿Qué sientes cuando vuelves a ver tus trabajos de hace dos o tres años?
La mayoría me parecen buenos, otros no tanto, y algunos me impactan por su vigencia.

Muchas ideas surgen simultáneamente en distintos lugares y a distintas personas no conectadas entre si, ¿cómo explicas este fenómeno?
Será fruto del imaginario colectivo, o tal vez nos contacte la misma nave para bajarnos las ideas.

Eres tan buena como tu última idea. ¿No te gustaria tener un trabajo más seguro?
Soy mejor que mi última idea y la única seguridad que a veces tambalea, pero que nunca cae es mi fé.

lunes, 13 de julio de 2009

PARA LOS QUE SUELEN MIRAR SU PROPIO OMBLIGO


  • "Primero vinieron a buscar a los comunistas, y yo no hablé porque no era comunista. Después vinieron por los socialistas y los sindicalistas, y yo no hablé porque no era lo uno ni lo otro. Después vinieron por los judíos, y yo no hablé porque no era judío. Después vinieron por mí, y para ese momento ya no quedaba nadie que pudiera hablar por mí"
    • Nota: 1945, Martin Niemoeller (pastor protestante, 1892-1984). Erróneamente atribuida a Brecht.




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