viernes, 14 de agosto de 2009

El mundo de Enrique Santos Discépolo

Enrique Santos DiscépoloImage via Wikipedia

(argentino y bien porteño, 1901-1951)










Se inició en el arte por su hermano mayor Armando, luego de la muerte de sus padres. Armando formó a Enrique y siempre lo orientó hacia la cultura, esto permitió descubrir su vocación por el teatro. Para el año 1917 se inició en la actuación. Al año siguiente escribió sus primeras obras de teatro:

"Día feriado", "El hombre solo", "El señor cura"

En el año 1920 actuó en una obra llamada "Mateo", escrita por su hermano Armando, dedicada al mundo del teatro.

En el año 1925 compuso la música para el tango Bizcochito. Luego sorprendió con la letra y la música del famosísimo tango Que vachaché. Dos años más tarde compuso un tango bautizado Esta noche me emborracho, otros grandes éxitos llegaron entre los años 1928 y 1929. También actuaba en teatros de Montevideo,Uruguay, y Buenos Aires,Argentina, en ambos casos con gran aceptación del público. Los tangos más destacados son de éste período fueron:

"Alguna vez", "Chorra", "Malevaje", "Soy un arlequín", "Victoria", "Yira-yira".

A comienzos de la década del 1930, continuó escribiendo obras musicales, entre las que podemos subrayar Wunderbar y Tres esperanzas. En 1935 finalmente Discépolo viajó a Europa. De vuelta en Argentina, Enrique se conectó con el ambiente del cine. Experimentó cuanto pudo. Fue tanto actor como guionista y director. Paralelamente compuso los tangos más inolvidables: Cambalache, en 1935, Alma de bandoneón en 1935, Desencanto en 1937, Tormenta en 1939, Uno. musicalizado por el maestro Mariano Mores) en 1943 y Canción desesperada en 1944.

En el año 1947 viajó nuevamente y estuvo de gira por México y Cuba. En esos tiempos compuso el tango Sin palabras, con música de M.Mores. Pero la obra insignia ha sido quizás Cafetín de Buenos Aires. Discépolo la compuso en 1948. En la puerta de la década de 1950, Discépolo se dedicó a producir películas y obras teatrales, a parte de diversos tangos.

Algunos de los últimos tangos se hicieron públicos tras su temprana muerte en 1951, a la edad de 50 años. Enrique Santos Discépolo triunfó como uno de los grandes, fué también cineasta, compositor, dramaturgo y músico.

Cafetín de Buenos Aires

De chiquilín te miraba de afuera
como a esas cosas que nunca se alcanzan...
La ñata contra el vidrio,
en un azul de frío,
que sólo fue después viviendo
igual al mío...
Como una escuela de todas las cosas,
ya de muchacho me diste entre asombros:
el cigarrillo,
la fe en mis sueños
y una esperanza de amor.

Cómo olvidarte en esta queja,
cafetín de Buenos Aires,
si sos lo único en la vida
que se pareció a mi vieja...
En tu mezcla milagrosa
de sabihondos y suicidas,
yo aprendí filosofía... dados... timba...
y la poesía cruel
de no pensar más en mí.

Me diste en oro un puñado de amigos,
que son los mismos que alientan mis horas:
(José, el de la quimera...
Marcial, que aún cree y espera...
y el flaco Abel que se nos fue
pero aún me guía....).
Sobre tus mesas que nunca preguntan
lloré una tarde el primer desengaño,
nací a las penas,
bebí mis años
y me entregué sin luchar.

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