miércoles, 3 de junio de 2009

Van Gogh según Artaud

¿Un loco Van Gohg? que aquel que ha sabido mirar una cara humana mire el retrato de Van Gogh...




Pintada por Van Gogh extra-lúcido, ese rostro de carnicero pelirrojo, que nos inspecciona y nos espía, que también nos escruta con torva mirada.
No conozco a un sólo psiquiatra que sabría examinar un rostro de un hombre con una fuerza tan abrumadora y disecar como al tajo la irresistible psicología de ese rostro.
Su mirada es de un gran genio, pero por la manera con que la veo disecarme a mi mismo desde el fondo de la tela donde ha surgido, es mucho más que la mirada del genio de un pintor, es la de un filósofo jamás encontrado por mi en la vida.
No Sócrates no tenía esa mirada, solamente tal vez antes que él Nietzshe tuvo esa mirada para desvestir el alma, para desnudar el cuerpo del hombre, fuera de los subterfugios del espíritu.
La mirada de Van Gogh está ahorcada, atornillada, transparente detrás de sus párpados escasos, de sus cejas finas y sin un pliegue.
Es una mirada que se hunde a fondo, traspasa en ese rostro tallado rudamente como un árbol bien proporcionado, podado a escuadra.

Pero Van Gogh ha capturado el momento donde la pupila va a derramar en el vacío,
donde esa mirada proyectada hacia nosotros como la bomba de un metero, adquiere el color átono del vacío y de lo inerte que lo llena.
Mejor que ningún psiquiatra, es así como el gran Van Gogh ha situado su enfermedad.

Antonin Artaud (francés 1896-1948)